Relación entre depresión y demencia en el anciano

La depresión es un estado de ánimo triste, una alteración del humor en el que la tristeza es patológica, desproporcionada, profunda, abarcando la totalidad del ser. El paciente deprimido pierde el interés e incluso la ilusión de vivir, sintiéndose incapaz de realizar sus actividades previas. Junto a la tristeza aparecen otros síntomas, como alteraciones del sueño, del apetito, síntomas somáticos y alteraciones del contenido del pensamiento que complican la vida del paciente, interfiriendo en la calidad de la misma.

Depresión en el anciano:

  • Es el trastorno afectivo más frecuente en el anciano y una de las principales consultas médicas, aun cuando puede pasar desapercibida
  • No forma parte del envejecimiento normal
  • Disminuye la calidad de vida del anciano y puede abocar en discapacidad
  • Complica el tratamiento de las enfermedades y aumentan el riesgo de presentar nuevas enfermedades

Consecuencias de depresión en el anciano:

  • Aislamiento social
  • Soledad
  • Baja calidad de vida
  • Incremento del uso de los servicios de salud
  • Deterioro cognitivo
  • Riesgo de cronicidad
  • Mayor riesgo de evento vascular y de mortalidad
  • Riesgo de pérdida funcional y de incapacidad
  • Alto riesgo de suicidio

Depresión y demencia:

  • Los pacientes con demencia desarrollan depresión en mayor frecuencia, y a su vez los síntomas depresivos son muy frecuentes entre los pacientes con demencia
  • Puede aparecer inicialmente como la única clínica destacable
  • La depresión es un factor de riesgo para padecer enfermedad de Alzheimer a los cinco años
  • La frecuencia de la depresión aumenta en relación a la severidad de la demencia hasta un estadío GDS 4 (deterioro moderado)
  • La depresión complica el curso de la demencia por aumentar la incapacidad, la agresividad, el estrés y depresión del cuidador
  • La depresión no tratada determina un aumento de la mortalidad

Conclusiones:

  • Los pacientes con demencia desarrollan depresión en mayor frecuencia, y a su vez los síntomas depresivos son muy frecuentes entre los pacientes con demencia
  • La depresión, puede aparecer inicialmente como la única clínica destacable
  • La depresión es un factor de riesgo para padecer enfermedad de Alzheimer a los cinco años
  • La depresión complica el curso de la demencia por aumentar la incapacidad, la agresividad, el estrés y depresión del cuidador
  • La depresión no tratada determina un aumento de la mortalidad.